El calabacín es una hortaliza de la familia Curcubitácea. Actualmente su consumo y producción está muy extendido por Europa, siendo España uno de los principales productores y consumidores.
Incluir el calabacín en nuestra dieta es muy beneficioso, ya que aporta múltiples nutrientes a nuestro organismo.
El calabacín está compuesto en un 95% de agua y no tiene ningún contenido calórico, por lo que favorece a nuestro organismo.
Aquí os dejamos algunos de los beneficios que nos aporta esta rica hortaliza y que nos puede ayudar a mejorar nuestro organismo:
- Contiene fósforo, por lo que evita el deterioro cognitivo y mantiene nuestras funciones cerebrales
- Alto contenido en fibra, por lo que evita el estreñimiento e incluso puede actuar como laxante natural
- Su alto contenido en agua y vitamina C, hacen que sea muy buenos para la piel, manteniéndola hidratada, dándole brillo e incluso ejerciendo acción cicatrizante en quemaduras y heridas
- Es muy diurético por su abundante composición de agua, por lo que ayuda con la retención de líquidos y la hipertensión arterial.
- Gracias a la vitamina A que contiene, promueve y facilita el crecimiento y beneficios para el cabello, consiguiendo evitar la sequedad del mismo
- Su alto contenido en potasio hace que sea un alimento con acción depurativa y desintoxicante
- Al componerse de grandes cantidades de magnesio, el calabacín reduce los niveles de presión sanguínea del cuerpo y reduce además, es riesgo de sufrir ataques cardíacos
- El calabacín también es rico en ácido fólico, algo que nos ayuda a reducir los trastornos gastrointestinales
Para beneficiarnos de todas sus propiedades, se recomienda consumirlo crudo o al vapor, así nos aprovecharemos al 100% de todo lo que nos ofrece. Después de esto… ¿A qué esperas para incluir el calabacín en tu dieta diaria? 😉